LEYENDA DE LA MUJER VAMPIRO
Cuentan aquella trágica historia de alrededor de los años 70 de la mujer vampiro de Ciudad Madero, Tamaulipas.
Esta mujer era muy religiosa, dedicada en cuerpo y alma a las actividades que realizaba el Padre Ignacio Rosiles, padre de la Parroquia San Juan Bosco en la colonia Árbol Grande de Ciudad Madero.
Ella era muy querida por la gente que vivía en los alrededores de la parroquia, ya que hacia muchas cosas buenas para las personas. Lo cual en ocasiones decía -Me gustaría que sepultaran mi cuerpo en esta parroquia cuando muera. Las razones por que lo decía es por que se sentía muy querida por la gente que ella le brindaba su mano.
Pero antes de que falleciera, se fue a vivir lejos de ciudad Madero con su familia. Murió lejos de ahí, sin ser respetada su voluntad.
Años después, su cuerpo fue trasladado a Ciudad Madero, mucha gente la recibió en su ataúd, pero antes de que llegara a las puertas de la Parroquia accidentalmente su ataúd fue abierto dejando al descubierto todo su cuerpo, la gente al verla lanzo gritos desgarradores. Pues esta mujer tenia unas uñas largas, cabello largo y unos grandes colmillos.
Desde ese entonces la llaman la mujer vampiro.
Las supersticiones y arrogancia de la gente han intentado quemar su cuerpo, olvidándose de las cosas buenas que ella hizo en vida para ayudar a quienes lo necesitaban. Dicen que la han visto volando alrededor de la parroquia, otros dicen que se roba a los niños que se portan mal.
Hoy en día la gente habla con temor a ella, ya que su cuerpo esta en el sótano de la Parroquia San Juan Bosco, en Árbol Grande, Ciudad Madero, Tamaulipas.